Casa Lita, en constante evolución, por Gema Sánchez Incera
Esta vez el local elegido, Casa Lita, está situado en una de las zonas más bonitas de Santander, el Paseo Pereda, mirando a una de las bahías más hermosas del mundo. Allí lo encontramos en primera fila, como los valientes, y es que hay que ser muy valiente para llenar cada día su enorme barra de pinchos a cual más atractivo y apetitoso, y mantener el local abierto desde las 12 de la mañana hasta las 12 de la noche con un buen nivel de principio a fin de la jornada.
Sin duda Nacho Pernil lo fue en el año 2003, cuando decidió abrir este imponente lugar y se rodeo de lo mejorcito del momento, como si jefe de cocina Joseba Guijarro, que es quien diseña los pinchos, que luego los cliente disfrutamos, y lo hace utilizando productos de temporada. Joseba se mantiene en constante evolución participando en los concursos de pinchos más importantes que se convocan cada año en el territorio nacional.
Los precios de estos pequeños bocados servidos en el número 37 del célebre paseo santanderino, se mueven entre los 1,60 euros a los 2,40 euros. Excelentes me parecieron el de Bacalao Tomaca con olivas negras y el de Queso de Jarradilla encebollado con gominola de manzana calentita y muy buena, la morcilla con queso gratinado, todo ello disfrutando de los pinchos y de las magnificas vistas de la bahía. Y si tiene la necesidad de fumar un cigarrillo, por supuesto en la terraza.